Son tus hermanos, mas no los escuches (Episodio I)



En el libro de Números capitulo 13 vs. 1-33 encontramos la historia de 12 Hombres, 12 príncipes, 12 lideres del pueblo de Dios que son enviados a reconocer la tierra de Canaan, por pedido de Jehová a su siervo Moisés.

Como detalle entre paréntesis, al único de los 12 al que Moisés le cambia el nombre, es a Oseas hijo de Nun, a quien llamó Josué. 
La lista que Moisés les encargó en esta gran misión consistía en reportar; cómo era la tierra, cómo era el pueblo que la habitaba, si era fuerte o débil, si eran pocos o muchos, si la tierra habitada era buena o mala, si las ciudades habitadas son campamentos o plazas fortificadas, si el terreno era fértil o estéril, si había arboles o no, pero ademas de esto les hizo un encargo muy especial; les dijo "esfuércense y tomen una muestra de su fruto".
Cuando estos 12 príncipes lideres de entre su pueblo regresaron, luego de 40 días, entregaron un mal reporte. El mismo estaba incompleto, hablaron opinando lo que no se les había pedido que hablasen y sus palabras impactaron negativamente en el pueblo de Dios, fue el principio del fin. 
Meditando en esta palabra, oí al Espíritu hablar a mi corazón claramente mientras me duchaba lo siguiente: 
No eran personas malas, pero hablaron mal al regresar. 
Eran enviados, eran príncipes, pero trajeron un reporte equivocado.
Eran del mismo pueblo, eran personas de influencia, pero sus palabras hicieron pecar a sus hermanos, los sacaron del propósito llevándolos a la misma muerte. 
Pensando en esto entendí que un mal reporte es el resultado de una visión equivocada o la falta de ella. Estos 10 de entre los 12 no pudieron VER con sus ojos espirituales lo que Dios les había entregado. 
Determinar y asegurar que no podrás lograr algo que Dios dice que si lograrás solo proviene de un corazón incrédulo y la incredulidad en el corazón se produce por no haber ATESORADO la palabra de Dios.
Dicho de otro modo, lo que Dios les había hablado nunca los transformó por dentro, nunca se les reveló ni se les hizo carne.... nunca llegó a formar parte de su ADN espiritual. 
Entonces, recapitulando debo decirte que; es posible que a quienes estés escuchando sean príncipes, pero pueden ser incrédulos. Pueden ser enviados (Apóstoles) pero pueden tener una visión que no es la de Dios. Pueden ser de tu pueblo, tus mismos hermanos, pero pueden traer un mal reporte consigo que solo hará que seas quitado del propósito que Dios tiene para ti. 
Fuerte pero real.
¿Qué produce en el pueblo de Dios oír una palabra proveniente de un espíritu equivocado?
La respuesta es una lista larga de cosas negativas; Griterío, múltiples opiniones, tristeza y llanto, queja contra el liderazgo puesto por Dios, cuestionamientos hacia Dios, deseos de volver a la esclavitud, deseos de morir, murmuración y sublevación. 
Con lo cual, SON TUS HERMANOS, PERO NO LOS ESCUCHES. 

Continuara...





 

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