Asi no !!!

Josué había conducido al pueblo de Israel, abriendo el Jordán por mano de Jehová e ingresado a tierra de Canaan, tierra en donde fluía leche y miel... Muchos conocen la historia... pero ahora enfrentaba el gran desafío de tomar la tierra por completo, conquistarla, lo cual incluía la toma de la ciudad amurallada de Jericó!!!
Uno podría pensar que luego de poner los pies en la tierra prometida, ya no quedaba mas nada por hacer, pues al fin y al cabo estaban en el territorio anhelado durante tantos años. Un poco de descanso y disfrute no vendrían nada mal. Pero los planes de Dios para su pueblo eran otros, y con Josué a la cabeza, se proponía llevarlos a cabo.
Así es como en el capitulo 5, versículo 13 de su libro, Josué se encuentra con el "Principe del ejercito de Jehová" a quién el mismo Josué parece no identificar como tal, y lo aborda preguntándole si estaba de su lado o del lado de sus enemigos... y asi es como muchas veces nosotros nos acercamos a Dios, preocupados por nuestra meta, ocupados en saber como enfrentar los diferentes desafíos que se nos presentan, que nos olvidamos de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable... nuestras preguntas muchas veces denotan preocupación, impaciencia, desenfoque, a lo cual Dios en su infinito amor, tiene que ubicarnos nuevamente para que recordemos con quien estamos hablando y de que manera debemos conducirnos cuando estamos ante su presencia.
No es de extrañarse que Josué no pudiera darse cuenta que el varón con la espada desenvainada se trataba nada mas y nada menos que de su Señor. Ya que el calzado de sus pies estaba cargado del andar, lo cual representaba su humanidad, sus formas y "mañas" , el camino de una vida a su estilo, y con la "experiencia" de haber caminado al lado de Moisés, sus "logros" pues había cruzado el Jordán en seco... pero ahora este nuevo nivel de conquista requería de cambios, ya no podría seguir con ese calzado. "Quítate el calzado de tus pies por que el lugar donde estas es santo" es la voz de Dios para este tiempo, asi como lo fue para Josué antes de la toma de Jericó. Y una vez mas como lo había hecho con su mentor Moisés, Dios lo lleva a un lugar de intimidad, donde no sirven los "calzados" humanos, donde lo imperativo es adorarle y disfrutar de su presencia. Dios no quiso un encuentro para dar directivas o estrategias de guerra, solo quería que Josué se despojara de cosas... Piénsalo! Cómo te acercas a Dios? que pretendes cuándo te encuentras con él?




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